Producida entre 2016 y 2022, esta generación se convirtió en un éxito de ventas por su espacio interior, confiabilidad y equipamiento avanzado, aunque no estuvo exenta de puntos débiles. En este artículo detallamos los principales problemas, diferencias por año, particularidades del mercado mexicano y recomendaciones de compra. Para reseñas completas de especificaciones, equipamiento e interior, consulta otros artículos de la serie.
Principales puntos débiles de la generación
Los problemas Honda CR-V 2017–2022 se centran principalmente en el motor, la transmisión y la electrónica, aunque en general sigue siendo una SUV confiable. Estos son los defectos más reportados por propietarios:
- Dilución de aceite con gasolina (oil dilution): Especialmente en el motor turbo 1.5T – el combustible se mezcla con el aceite en arranques en frío o trayectos cortos, elevando el nivel y reduciendo la lubricación. Provoca olor a gasolina, luz de Check Engine y riesgo de desgaste prematuro del motor.
- Fallas en transmisión CVT: Puede presentar jalones o sobrecalentamiento en tráfico intenso, causando vibraciones al acelerar. Las reparaciones son costosas.
- Problemas eléctricos y batería: Descarga rápida de batería (2017–2019), fallos en climatización (aire tibio en lugar de caliente) y lentitud en el sistema multimedia.
- Corrosión: El chasis resiste bien, pero la humedad y sales en ciertas regiones pueden generar óxido en bajos, arcos y costuras. Unidades importadas de EE.UU. suelen tener protección anticorrosiva más delgada.
- Aislamiento acústico: Antes del facelift, se nota ruido de llantas y motor a más de 100 km/h, sobre todo en caminos irregulares.
- Consumo de combustible: El 1.5T promedia 11–13 km/l en ciudad real, superior al oficial, dependiendo del tráfico y calidad de gasolina premium.
- Refacciones y servicio: Piezas originales (turbo, CVT) son caras, aunque hay opciones genéricas. El servicio en agencias Honda es más costoso que en competidores como Toyota.
A pesar de esto, la CR-V obtiene buenas calificaciones de confiabilidad (4–5 estrellas en Consumer Reports), aunque los primeros años requieren más atención.
Versiones y años: en qué fijarse especialmente
Los problemas Honda CR-V quinta generación varían según el año: los modelos iniciales (2017–2018) acumulan más quejas, mientras que los facelift (2020–2022) incorporan mejoras.
- 2017–2018: Pico de dilución de aceite en el 1.5T (altas quejas en foros como CarComplaints.com). Descarga rápida de batería, jalones en CVT por calibración inicial. Aislamiento acústico débil y fallos ocasionales en Honda Sensing. Evitar si no se confirman actualizaciones de software (recall Honda).
- 2019: Dilución menos frecuente, pero aún posible. Mejoras en software y turbo. Menos fallos eléctricos, aunque consumo elevado en frío.
- Facelift 2020–2022: Híbrido 2.0 i-MMD evita problemas del motor (15–17 km/l reales). Mejor aislamiento (reducción de 4 dB), Honda Sensing más estable. Quejas raras en CVT, aunque en híbridos posibles fallos de batería alta después de 100,000 km.
Los 2017–2018 con 1.5T demandan revisión exhaustiva de historial de recalls. Las versiones facelift y híbridas son más confiables.
Mercado de autos usados en México
La Honda CR-V usada sigue siendo una de las SUV compactas más buscadas: miles de anuncios en plataformas como Mercado Libre y Kavak. Precio orientativo de mercado para México (diciembre 2025):
- Modelos 2017–2018 con 150,000–200,000 km: $320,000–$420,000 MXN
- Facelift 2020–2022 con menos de 100,000 km: $450,000–$550,000 MXN
Particularidades del mercado:
- Estado de carrocería: Humedad y contaminantes en ciertas zonas aceleran óxido en bajos y arcos. Revisar espesor de pintura y protección inferior.
- Historial de servicio: Muchos son ex-flotilla. Exigir bitácora Honda o facturas de taller. Sin historial aumenta riesgo de dilución no atendida.
- Kilometraje real: Alteraciones comunes. Verificar con VIN (Carfax o reporte mexicano) y desgaste físico.
- Piezas originales: Reparaciones post-accidente pueden usar genéricas (faros, defensas). Inspeccionar alineación y marcas.
- Versiones y equipamiento: Touring con AWD son las más populares; verificar extras en prueba de manejo.
Hay amplia oferta, pero ejemplares impecables con recalls aplicados son premium.
Presupuesto para mantenimiento y reparaciones
La mayoría de fallas en CR-V son solucionables, aunque algunas implican inversión. Costos aproximados en México:
- Dilución de aceite: Actualización software – a menudo gratis por garantía extendida/recall. Cambios frecuentes de aceite – $1,500–$3,000 MXN. Reemplazo motor raro y muy costoso.
- CVT: Cambio de fluido – $4,000–$8,000 MXN cada 60,000 km. Reparación – $40,000–$100,000 MXN. Reprogramación – $5,000–$10,000 MXN.
- Eléctricos: Batería nueva – $3,000–$6,000 MXN. Diagnóstico/reparación clima – $10,000–$30,000 MXN.
- Corrosión: Tratamiento anticorrosivo – $10,000–$20,000 MXN. Repintado bajos – $20,000–$40,000 MXN.
- Aislamiento acústico: Mejoras aftermarket – $20,000–$50,000 MXN (arcos, puertas).
- Consumibles: Filtros/frenos – $5,000–$10,000 MXN. Turbo (1.5T) – $40,000–$80,000 MXN.
Para unidades bien cuidadas (100,000–150,000 km), calcula $40,000–$80,000 MXN anuales en mantenimiento/reparaciones. Buenas opciones $450,000–$520,000 MXN; con fallas $350,000–$400,000 MXN.
Conclusiones y recomendaciones
La Honda CR-V usada es una compra inteligente en 2025 si se elige con cuidado. Es versátil, conserva buen valor y es ideal para familia y ciudad.
¿Vale la pena comprarla? Sí, con menos de 150,000 km, recalls aplicados y preferentemente híbrida. Facelift 2020–2022 ofrece menos problemas.
¿Qué evitar? 2017–2018 1.5T sin actualizaciones – mayor riesgo de dilución. Versiones base con aislamiento básico.
Consejos para inspección y prueba de manejo:
- Revisar aceite por olor a gasolina y nivel correcto.
- Probar CVT en tráfico por jalones.
- Inspeccionar carrocería y bajos por óxido.
- Verificar batería/electrónica (clima, Sensing).
- Escuchar ruido en carretera y baches.
La mejor opción: facelift 2020+ híbrido con AWD en versión Touring por $480,000–$530,000 MXN. Con revisión profesional y algo de inversión, la quinta generación CR-V es una SUV confiable para las vías mexicanas.
