Reseña del propietario Илья
1 Propietario
9 noviembre 2025
conducción silenciosa, simplicidad del vehículo eléctrico, ahorro de combustible
la autonomía podría ser mejor, no es la conducción más deportiva, algunas situaciones divertidas
Cuando me puse al volante del Leaf 2020 por primera vez, me sentí casi como un astronauta: sin tirones del motor, sin ruidos – solo una aceleración suave y a rodar. Pero aquí va una anécdota. Uno de los primeros días, aún sin acostumbrarme a la sensación de ‘¿me moví o no?’ del motor eléctrico, estaba jugando al ‘hamaca’ en el estacionamiento (ya sabes, tratando de encajar perfectamente entre dos autos). Giré el volante, pisé ligeramente el acelerador y el coche avanzó silenciosamente. Esperaba un vrum-vrum, pero nada. Y de repente: ¡ping! – de la pantalla táctil multimedia que toqué por error, subiendo el volumen de la radio. Los vecinos miraron. Me sonrojé. El Leaf era silencioso, pero yo fui ruidoso.
En la ciudad, el Leaf se desenvuelve de maravilla: buena visibilidad, posición de conducción cómoda y el motor eléctrico es más ágil de lo que parece. Según las especificaciones, la versión base tiene unos 147 caballos de fuerza y una autonomía de unos 240 km. La versión Plus, con una batería más grande, llega hasta 365 km en condiciones ideales.
Pero hay un lado menos bueno: en carretera o con lluvia y hielo, sientes que no es un superdeportivo. La suspensión es suave, pero no deportiva, y el aislamiento acústico es regular. Y cuando en una vía rápida el coche no dio ese brío que esperaba, tuve que aceptar la realidad de un vehículo eléctrico silencioso y orientado a la ciudad.
El Nissan Leaf 2020 es una buena opción si quieres pasarte a un eléctrico con pocos compromisos. Pero si sueñas con emociones fuertes o viajes largos por carretera sin recargar, tal vez tengas que prepararte para momentos incómodos, como mi fiasco del ping-radio en el estacionamiento.