
En verano los rumores llegaron casi a la histeria, en otoño parecían haberse calmado y, justo en Navidad, se confirmó: sí, Verstappen realmente va a competir con Mercedes. Solo que no en el lugar donde todos lo imaginaban.
Por qué Verstappen es una figura única
Pilotos así aparecen muy de vez en cuando en la Fórmula 1. La última vez que se sintió algo similar fue con Ayrton Senna: una sola persona por la que los equipos estaban dispuestos a restructurar todo. Después vinieron Schumacher, Vettel y Hamilton — grandes leyendas, pero sin esa sensación de que un solo piloto podía voltear todo el tablero.
Verstappen es exactamente eso hoy en día. Paradójicamente, una de sus temporadas más complicadas lo mostró más fuerte que los años de dominio total. El Red Bull ya no era el auto referencia, pero Max se mantuvo en la pelea hasta la última carrera. No en vano Sebastian Vettel lo resumió perfecto: “Lo que asusta es que sigue mejorando”.
Mercedes lo ha querido desde hace años
Toto Wolff nunca ha ocultado su admiración por Verstappen. En su momento, Red Bull prácticamente se lo arrebató a Mercedes al hacerlo debutar en Fórmula 1 antes de cumplir 18 años. Wolff tenía a Hamilton, a Russell y después llegó Antonelli, pero la sensación de que Max era la carta más fuerte nunca desapareció.
Este verano parecía que todo podía concretarse: Mercedes retrasaba contratos, el mercado de pilotos se ponía nervioso y los rumores se multiplicaban. Al final, en la Fórmula 1 todo quedó igual. Al menos sobre el papel.

¿Entonces dónde entra Mercedes?
Verstappen y Mercedes sí se están uniendo, pero en las carreras GT3. El equipo Verstappen Racing competirá la próxima temporada en el GT World Challenge Europe con un Mercedes-AMG GT3. Ya no son rumores: es un hecho oficialmente confirmado.
Chris Laleham seguirá como piloto titular todo el año; se le unirán Daniel Juncadella y Jules Gounon, actual piloto oficial de AMG Performance. El propio Max también se pondrá al volante en algunas fechas seleccionadas, aunque el calendario exacto aún lo mantienen en secreto.
Un movimiento con visión a largo plazo
Este paso encaja perfectamente en la estrategia de Verstappen. Desde hace tiempo está construyendo su propio ecosistema de carreras: un equipo al que pueda llegar después de la Fórmula 1 sin perder el espíritu competitivo. El GT3 es el entorno ideal: competencias serias, fuerte presencia de fabricantes y mucho menos juego político.
Pero hay otro nivel. Acercarse a Mercedes, aunque sea fuera de la F1, tiene un peso simbólico. Y tal vez un toque provocador. No es casual que la noticia saliera justo en fiestas: mientras los fans terminaban las cenas navideñas, las emociones tuvieron tiempo de enfriarse.
¿Será esto algún día el prólogo de un salto a la Fórmula 1? Nadie lo sabe. Pero el simple hecho de una alianza Verstappen-Mercedes, aunque sea en GT3, ya está dando mucho de qué hablar. Y claramente no es casualidad.