
Este Mercedes es de esos. Vagoneta de cinco puertas, cajuela enorme, espacio para sillas de bebé… y bajo el cofre un V12 atmosférico de 7.0 litros. No es un concepto ni un render: un auto real construido por ingenieros sin límites.
Cuando el W124 era el sueño máximo
A inicios de los 90, el Mercedes W124 ya era casi perfecto: confiable, cómodo y muy bien diseñado. La versión 500 E, hecha con ayuda de Porsche, se volvió leyenda. En esa época, 326 caballos parecían algo extremo, y después el E 60 AMG con 381 hp entraba al territorio de los supercars: 0-100 km/h en unos 5.3 segundos era impresionante.
Pero para algunos, eso no bastaba.
El hombre que no seguía la corriente
AMG la fundaron Hans-Werner Aufrecht y Erhard Melcher. Con el tiempo sus ideas se separaron y Melcher se fue a crear su propia empresa: MKB Manufaktur. Se enfocó en motores y tecnología de carreras, pero en cierto momento decidió hacer algo que opacara incluso a AMG.
Así nació el proyecto MKB 70TE: una vagoneta S124 que empezó como un Mercedes 300 TE normal, pero terminó siendo una locura de ingeniería.

Un V12 que "no cabía"
Tomaron como base el motor M120, el V12 atmosférico del Mercedes SL (R129). Ya de fábrica era impresionante, pero en MKB fueron más allá:
- nuevo cigüeñal y pistones;
- cabezas de cilindros modificadas;
- mayor relación de compresión;
- electrónica completamente recalibrada.
Resultado: 528 caballos de fuerza y 730 N·m de torque. Toda esa potencia iba a las ruedas traseras por una transmisión automática reforzada de 4 velocidades. Sí, sin tracción total ni ayudas electrónicas.
Más modificaciones de las que se ven
Para que el motor cupiera, los ingenieros tuvieron que hacer cambios radicales:
- ensanchear los guardabarros;
- mover el firewall hacia el habitáculo;
- usar suspensión del SL;
- reubicar la batería a la cajuela para mejor distribución de peso.
Por fuera se veía casi discreta: rines de 18 pulgadas, un spoiler sutil, sin emblemas gritones. Pero el velocímetro llegaba hasta 300 km/h y no era solo decoración. Esta vagoneta realmente podía llegar ahí.

Precio y exclusividad
A mediados de los 90, un Mercedes así costaba alrededor de 240,000 marcos alemanes, mucho más caro que un E 60 AMG. Era el Mercedes más costoso de su época.
Se armaron poquísimas unidades. Uno de los ejemplares regresó hace años a MKB para una restauración completa, y sin duda hoy su valor supera al de la mayoría de los AMG modernos.
Precio orientativo de mercado en México para clásicos tuning ultra-raros similares: $6,000,000–$10,000,000 MXN o más, según el estado.
Por qué sigue impresionando
Este auto es un recordatorio de la época en que los ingenieros podían hacer cosas "imposibles". Una vagoneta con V12, tracción trasera y sin limitadores: hoy es impensable. Y por eso, casi 30 años después, se ve aún más impresionante.