2 agosto 2025
Tengo un Audi A7 2025, motor 3.0 TFSI, 340 CV, quattro, acabado Prestige, casi al máximo de equipamiento. Llevo medio año con él, 18.000 km, mayormente en ciudad pero también en carretera. El diseño es espectacular: puertas sin marco, frente agresivo, todo el mundo mira. La dinámica es excelente, 0–100 km/h en 5 segundos, en carretera va como sobre raíles, y el quattro es una gran ayuda en carreteras mojadas o en invierno. Interior espacioso, asientos cómodos, cuero suave, multimedia MMI con pantalla nítida e intuitiva, aunque un par de veces se ha demorado al conectar el teléfono por Bluetooth. El maletero no es muy grande — cabe un carrito de bebé, pero con bolsas queda justo. El aislamiento acústico es normal, a más de 120 km/h se escuchan los neumáticos y el viento, sobre todo en asfalto rugoso. Mantenimiento caro, la primera revisión costó bastante, las piezas no son baratas y el servicio oficial suele añadir costes. Sin averías hasta ahora, pero me recomendaron vigilar la suspensión a partir de los 50.000 km. En general, es un coche que da placer conducir, se ve lujoso y es rápido, pero hay que estar preparado para los costes de servicio.